meditando

Qué haces cuando en clase tu maestro de yoga te pide que cierres los ojos?

Para muchos principiantes en el yoga cerrar los ojos es más retador de lo que parece. Pero cerrar los ojos en tu práctica de yoga puede traerte un gran cambio en tu conciencia rápidamente.  En una clase de yoga, frecuentemente escuchas decir: “Cierra tus ojos y abre tu mente.” ¿Qué es lo que realmente pasa aquí?

El enfoque visual, o drishti, es clave en una práctica de yoga. Diferentes tipos de yoga usan diferentes posiciones de los ojos, e incluso dentro de una práctica, el enfoque visual puede varias a través de la clase. Pero para muchos principiantes en yoga, el primer paso para desarrollar la capacidad de mantener un drishti es aprender a practicar con los ojos cerrados.

Una gran cantidad de actividad mental se genera a través de los ojos. Los ojos constantemente se están moviendo, buscando algo en lo cual enfocarse y tomar un estímulo al azar a tu alrededor. Los ojos transmiten información al cerebro, en donde para prevenirnos de ver al mundo como una rápida secuencia de imágenes destellantes, se descarta una gran cantidad de información inmediatamente. Así que aunque no recordemos haber visto billones de imágenes que pasaron a través de los ojos, el cerebro está constantemente experimentándolas.

Tan pronto como los ojos se cierran y se enfocan en un punto fijo, comenzarás a sentir un ajuste en tus patrones de pensamiento.

Muchas meditaciones y kriyas en Kundalini Yoga especifican un punto exacto de enfoque para los ojos. Dirigir la mirada físicamente impacta el nervio óptico que viaja desde los ojos al centro del cerebro. Durante la meditación y otras actividades, diferentes posiciones oculares causan que el nervio óptico ejerza presiones variables en las principales glándulas y materia gris. Más que solo reducir las distracciones externas, el enfoque de los ojos es una poderosa técnica de meditación.

Cuando el enfoque de los ojos no es especificado en una meditación o kriya de Kundalini Yoga, los ojos deben mantenerse cerrados. El mantener los ojos cerrados durante estas actividades estimula el enfocarnos hacia nuestro interior.

Además de los efectos físicos, el enfocar los ojos actúa en la concentración mental permitiendo a la mente alcanzar mas fácilmente un punto de quietud.

Enfoque de los ojos en la meditación:

En el Tercer Ojo: Los ojos están suavemente cerrados y elevados al punto del entrecejo, en el centro de la frente un poco por encima de las cejas. Esta parte de la frente corresponde al Sexto Chakra.

  • Estimula la glándula pituitaria y shushuma (el canal nervioso central de la columna vertebral).

En la punta de la nariz: Los ojos están ligeramente cruzados, mirando a lo largo y hasta la punta de la nariz.

  • Equilibra ida, píngala y shushuma (los nervios izquierdo, derecho y central de la columna vertebral).
  • Estimula la glándula pineal y el lóbulo frontal del cerebro; controla la mente.

En la punta del mentón: Los ojos cerrados se giran hacia abajo mirando al centro de la barbilla. Este punto corresponde al Centro Lunar.

  • Enfría y calma.

En la punta de la cabeza: Los ojos cerrados son girados hacia arriba, como mirando hacia la parte superior central de la cabeza o coronilla. Esta área corresponde al Chakra de la Corona, la Decimal Puerta.

  • Estimula la glándula pineal y el Chakra de la Corona.

Ojos abiertos en una decimal parte: Los parpados están ligeros y relajados dejando una pequeña abertura entre ellos. La dirección del enfoque de los ojos puede variar de acuerdo a las instrucciones de Yogi Bhajan.

  • Calma y desarrolla la intuición.

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