Consiste en la instilación de una sustancia a través de las fosas nasales. Los efectos de esta técnica son locales y sistémicos. Destaca su acción rejuvenecedora (rasayani), especialmente en órganos de los sentidos, la prevención de las enfermedades de los ojos, la nariz, los oídos, y la mejora de la voz. Es además uno de los cinco procedimientos del pañcakarma.