Feliz Navidad

Navidad una festividad religiosa o espiritual?

¿Qué diferencia hay entre espiritualidad, religión e inter-religión?

La espiritualidad es como el vino, la religión es el vaso que le da forma, y la inter-religión es la capacidad de ver que hay muchos tipos de vasos, y que todos contienen vino.

Me interesa el rol, o mejor dicho, la falta de rol que tiene la espiritualidad en nuestra sociedad.

Enfocados en hacer y tener, y definiéndonos por ello, estamos perdiendo los muchos regalos que ofrece la espiritualidad: estabilidad, comunidad, propósito, trascendencia, conexión.

Entendí el poder de la espiritualidad cuando era muy pequeña.

No sé si sabes que mi padre me abandonó cuando yo tenia 6 meses – algo que sin duda me ha formado y definido en muchos sentidos.

Lo más importante de esta pérdida fue quizás lo que gané.

En mi casa no se hablaba de él (quizás la manera que encontró mi madre de afrontar el dolor, la rabia y muchos otros sentimientos).

Cuando tuve 5 años mi madre encontró el amor de su vida, y yo aún siendo pequeña podía sentir su felicidad y eso me llenaba el corazón, pero en mi interior yo seguía reclamando el conocer y saber de mi padre biológico.

Aún así, o quizás a causa de no tener una forma ni atributos que ponerle, pude crear un padre según mis imaginación y establecí una relación muy especial con él.

De pequeña, me enseñaron a rezar antes de dormir.

Esta costumbre se volvió el camino de comunicación hacia mi padre.

Decía las oraciones que me habían enseñado muy rápido, para así llegar a la parte que más me gustaba – hablar con mi padre: explicarle, preguntarle, pedirle consejo y protección. Este ritual nocturno pronto también paso a formar parte de mí.

Durante muchos años tuve la imagen de un padre bastante distorsionada, a veces era el de mi imaginación, a veces el rol lo veía en mi abuelo, y a veces lo encontraba el la pareja de mi madre (con quien me llevaba increíblemente bien).

Durante todos esos años, en mi imaginación hablé al padre que creé e imaginé.

Era el más sabio y el más bondadoso.

Desde su lugar ya fuese en el cielo, o en cualquier lugar del mundo me imagina que veía todo lo que yo hacía, y como su hija (su creación) quería solo que yo fuese igual de sabia y bondadosa, además de querer mi bienestar.

Un día, entendí que al crear ese ser desde mi imaginación con todas esas cualidades inmejorables, lo que en realidad había hecho era conocer y dialogar con lo más sabio y bondadoso de mí.

¡Qué mejor regalo te puede dar esta situación!

La espiritualidad tiene ese efecto: saber que hay algo más allá de ti, que te conecta, que te acerca a los demás y a lo mejor de ti, que te da propósito.

Dentro de lo difícil que fue para mi madre criarme sola y para mi vivir sin la imagen paterna, me siento afortunada de haber conocido este regalo.

Hay algo más que este cuerpo físico, que las pertenencias, el trabajo o las capacidades que tenemos.

Ese algo, siempre está, siempre nos permite conectar, siempre nos da razón de ser.

La espiritualidad – el vino – es lo que nos permite conectar con todos, más allá de ideologías y juicios.

Conectando con este vino, conectamos con la esencia de cada ser: su alegría, su dolor, su miedo, su esperanza.

Ahora, con la Navidad y viendo lo que está ocurriendo en Gaza, pienso en lo esencial que es encontrar ese lugar de conexión.

Ya hay suficiente desconexión, aportemos lo contrario.

Te deseo una feliz Navidad llena de conexión y te envío un abrazo.

Gracias por leerme!

Con Amor, Manshant Kaur

www.amantesdelyoga.com