La energía de Shiva es la que cierra el ciclo material de un cuerpo físico o de una galaxia, pero sobre todo es la energía que, en todo momento, nos puede ayudar a «transformar» nuestras percepciones y hábitos automáticos para llevarnos de «regreso» a nuestra esencia. O sea, ese espacio incondicionado de silencio y quietud, que para algunas personas puede sonar a muerte, pero para los yoguis es una definición de plenitud.

Cada vez que trabajamos con la energía de Shiva nos permitimos morir, desapegarnos y dejar de identificarnos con aquellas cosas que creemos son reales y necesarias en nuestra vida. Cada vez que trabajamos y llevamos esta energía a nuestro ser nos permitimos quitar nuestras propias máscaras para volver a conectar con lo que realmente somos. Aplicado desde el deseo de la mente, quizás no sea tan efectivo, pero cuando llevamos este deseo de transmutar para transformarnos en algo mejor desde lo más profundo de nuestra alma, el resultado es muy significativo.

Quizás hace algunos años podríamos estar hablando del deseo de la mente y la fuerza que tiene nuestra proyección, pero en el momento actual, dejar al cuerpo de lado y no integrarlo en esto, creo que sería como caminar a pata coja,,, y digo esto porque cuando deseamos algo desde lo más profundo, cuando hablamos a veces de que este sentimiento sale de tus entrañas «estamos hablando del cuerpo».

Por ello quiero compartirte esta práctica, «Esta danza que moviliza tu cuerpo, moviliza tu energía, llevándote a un estado completamente meditativo».

Esta no es una tarea fácil, lamento decirte, primero debes integrar los movimientos, luego debes incluir los pasos de la respiración y cuando ya tengas todo esto integrado, podrás aplicar el canto del Mantra, y entonces surgirá la magia.

Desde el punto de vista ayurvédico, esta práctica permite activar el elemento fuego en tu cuerpo, ya que Shiva está conectado con la energía del Sol, por lo cual conectamos con la luz que hay en nosotros y con nuestra fuerza transformadora. El elemento fuego y el elemento agua se equilibran en el Dosha Pitta, y esta energía se mueve en nuestro interior permitiendo poner la dosis justa de pasión y motivación que necesitamos para cumplir nuestro destino.

En el siguiente video te dejo la explicación de cada movimiento. Debes hacer la secuencia intercalando una pierna y la otra. La secuencia de pierna derecha e izquierda harán la cuenta de uno. Por lo que te invito a hacer 12 repeticiones de esta práctica como mínimo para entrar en un estado meditativo, y transformador activando PITTA, en nuestro cuerpo.

La combinación del movimiento de las manos junto con los pies, hacen de esta práctica un ejercicio de coordinación y ejercicio para tus hemisferios cerebrales, por lo que mejoramos la atención y la memoria y claro está, fortalecemos el sistema óseo y el equilibrio.

La energía de Shiva es la que cierra el ciclo material de un cuerpo físico o de una galaxia, pero sobre todo es la energía que, en todo momento, nos puede ayudar a «transformar» nuestras percepciones y hábitos automáticos para llevarnos de «regreso» a nuestra esencia. O sea, ese espacio incondicionado de silencio y quietud, que para algunas personas puede sonar a muerte, pero para los yoguis es una definición de plenitud.

Cada vez que trabajamos con la energía de Shiva nos permitimos morir, desapegarnos y dejar de identificarnos con aquellas cosas que creemos son reales y necesarias en nuestra vida. Cada vez que trabajamos y llevamos esta energía a nuestro ser nos permitimos quitar nuestras propias máscaras para volver a conectar con lo que realmente somos. Aplicado desde el deseo de la mente, quizás no sea tan efectivo, pero cuando llevamos este deseo de transmutar para transformarnos en algo mejor desde lo más profundo de nuestra alma, el resultado es muy significativo.

Quizás hace algunos años podríamos estar hablando del deseo de la mente y la fuerza que tiene nuestra proyección, pero en el momento actual, dejar al cuerpo de lado y no integrarlo en esto, creo que sería como caminar a pata coja,,, y digo esto porque cuando deseamos algo desde lo más profundo, cuando hablamos a veces de que este sentimiento sale de tus entrañas «estamos hablando del cuerpo».

Por ello quiero compartirte esta práctica, «Esta danza que moviliza tu cuerpo, moviliza tu energía, llevándote a un estado completamente meditativo».

Esta no es una tarea fácil, lamento decirte, primero debes integrar los movimientos, luego debes incluir los pasos de la respiración y cuando ya tengas todo esto integrado, podrás aplicar el canto del Mantra, y entonces surgirá la magia.

Desde el punto de vista ayurvédico, esta práctica permite activar el elemento fuego en tu cuerpo, ya que Shiva está conectado con la energía del Sol, por lo cual conectamos con la luz que hay en nosotros y con nuestra fuerza transformadora. El elemento fuego y el elemento agua se equilibran en el Dosha Pitta, y esta energía se mueve en nuestro interior permitiendo poner la dosis justa de pasión y motivación que necesitamos para cumplir nuestro destino.

En el siguiente video te dejo la explicación de cada movimiento. Debes hacer la secuencia intercalando una pierna y la otra. La secuencia de pierna derecha e izquierda harán la cuenta de uno. Por lo que te invito a hacer 12 repeticiones de esta práctica como mínimo para entrar en un estado meditativo, y transformador activando PITTA, en nuestro cuerpo.

La combinación del movimiento de las manos junto con los pies, hacen de esta práctica un ejercicio de coordinación y ejercicio para tus hemisferios cerebrales, por lo que mejoramos la atención y la memoria y claro está, fortalecemos el sistema óseo y el equilibrio.

La energía de Shiva es la que cierra el ciclo material de un cuerpo físico o de una galaxia, pero sobre todo es la energía que, en todo momento, nos puede ayudar a «transformar» nuestras percepciones y hábitos automáticos para llevarnos de «regreso» a nuestra esencia. O sea, ese espacio incondicionado de silencio y quietud, que para algunas personas puede sonar a muerte, pero para los yoguis es una definición de plenitud.

Cada vez que trabajamos con la energía de Shiva nos permitimos morir, desapegarnos y dejar de identificarnos con aquellas cosas que creemos son reales y necesarias en nuestra vida. Cada vez que trabajamos y llevamos esta energía a nuestro ser nos permitimos quitar nuestras propias máscaras para volver a conectar con lo que realmente somos. Aplicado desde el deseo de la mente, quizás no sea tan efectivo, pero cuando llevamos este deseo de transmutar para transformarnos en algo mejor desde lo más profundo de nuestra alma, el resultado es muy significativo.

Quizás hace algunos años podríamos estar hablando del deseo de la mente y la fuerza que tiene nuestra proyección, pero en el momento actual, dejar al cuerpo de lado y no integrarlo en esto, creo que sería como caminar a pata coja,,, y digo esto porque cuando deseamos algo desde lo más profundo, cuando hablamos a veces de que este sentimiento sale de tus entrañas «estamos hablando del cuerpo».

Por ello quiero compartirte esta práctica, «Esta danza que moviliza tu cuerpo, moviliza tu energía, llevándote a un estado completamente meditativo».

Esta no es una tarea fácil, lamento decirte, primero debes integrar los movimientos, luego debes incluir los pasos de la respiración y cuando ya tengas todo esto integrado, podrás aplicar el canto del Mantra, y entonces surgirá la magia.

Desde el punto de vista ayurvédico, esta práctica permite activar el elemento fuego en tu cuerpo, ya que Shiva está conectado con la energía del Sol, por lo cual conectamos con la luz que hay en nosotros y con nuestra fuerza transformadora. El elemento fuego y el elemento agua se equilibran en el Dosha Pitta, y esta energía se mueve en nuestro interior permitiendo poner la dosis justa de pasión y motivación que necesitamos para cumplir nuestro destino.

En el siguiente video te dejo la explicación de cada movimiento. Debes hacer la secuencia intercalando una pierna y la otra. La secuencia de pierna derecha e izquierda harán la cuenta de uno. Por lo que te invito a hacer 12 repeticiones de esta práctica como mínimo para entrar en un estado meditativo, y transformador activando PITTA, en nuestro cuerpo.

La combinación del movimiento de las manos junto con los pies, hacen de esta práctica un ejercicio de coordinación y ejercicio para tus hemisferios cerebrales, por lo que mejoramos la atención y la memoria y claro está, fortalecemos el sistema óseo y el equilibrio.

Recuerda realizar tu meditación en movimiento en un lugar en donde puedas disfrutar de paz, y tranquilidad, y también recuerda realizar tu práctica con el estómago vacío.

Deseo de corazón que disfrutes de esta antigua enseñanza y que puedas integrar esto a tu vida, con la fuerza del Sol y de Shiva en vos.

Namaste.

Con amor, Manshat Kaur.

Recuerda realizar tu meditación en movimiento en un lugar en donde puedas disfrutar de paz, y tranquilidad, y también recuerda realizar tu práctica con el estómago vacío.

Deseo de corazón que disfrutes de esta antigua enseñanza y que puedas integrar esto a tu vida, con la fuerza del Sol y de Shiva en vos.

Namaste.

Con amor, Manshat Kaur.

Recuerda realizar tu meditación en movimiento en un lugar en donde puedas disfrutar de paz, y tranquilidad, y también recuerda realizar tu práctica con el estómago vacío.

Deseo de corazón que disfrutes de esta antigua enseñanza y que puedas integrar esto a tu vida, con la fuerza del Sol y de Shiva en vos.

Namaste.

Con amor, Manshat Kaur.